martes, 23 de febrero de 2010

BARCO DE IDEAS Y LOS DISEÑOS DE LITTERATOS



Entrevista con Luis Felipe Comendador

¿Cuando comienza a navegar Barco de Ideas?


Barco de ideas es mi primera empresa dentro del mundo de las artes gráficas, específicamente montada como un gabinete de diseño gráfico y editorial. La idea de negocio y el nombre de la empresa fueron un empecinamiento personal al que Antonio Garrido puso grafía y mancha con la nave de los locos, que es lo que éramos. En el asunto participaron Antonio Garrido [un magnífico creador deimágenes], Carmen Yuste [una diseñadora venida desde la Facultad de BellasArtes de Salamanca], César Yuste [periodista y un genio de la maquetación acelerada] y yo mismo [un inquieto con la cabeza a pájaros]. Creo que fue en 2001 cuando, al cerrar nuestro semanario "Béjar Información", les propuse empezar a medias con esta historia para sacarnos unos durillos[todos, menos César, estábamos en paro]... y así comenzamos un camino lleno de baches y momentos hermosísimos, repartiendo el poco dinerillo que sacábamos a partes iguales y dejando una partecita para ir comprando materiales informáticos modernos. Desde "Barco de Ideas" decidí dar el salto al mundo serio de las artes gráficas, pero mis compañeros de viaje no creyeron en el asunto y abandonaron la nave de los locos, hasta que hace cinco años conseguí fichar a Antonio Garrido para mi empresa [hoy las cosas se han torcido yla crisis ha vuelto a separarnos].

¿Cómo se llena de contenido y realidad un Barco así?


Lo esencial para mantener la nave a flote es que exista trabajo que hacer, que puede ser contratado o de creación propia [de ambos hemos tenido para agotarnos]... y sumar a eso un buen ambiente de trabajo en el que se mezclen amistad, compromiso, ganas de crear, impulsividad, cañas y cigarritos... y que todo fluya sin una dirección marcada, dejándose llevar[estaría bonito decir ahora 'al pairo']. Los que formamos el equipo éramos de procedencias diversas, con una formación muy distinta, pero unas ganas creativas comunes... así se fue llenando de ideas nuestro barco de los locos... y muchas salieron adelante con éxito.

¿Qué hay de poesía visual en las cubiertas de la colección Litteratos?


Todo y nada, que es la mejor definición que se me ocurre para esas propuestas concretas de la poesía. El responsable de esas cubiertas ha sido hasta la fecha Antonio Garrido, que es quien debiera responder a esta pregunta... pero yo, que me he atrevido muchas veces con la poesía visual [solo como un juego], puedo decirte que en esa estética del grafismo que decora las cubiertas de 'Litteratos' hay algo profundamente plástico que engancha, que atrae la mirada de un observador inteligente, por lo que creo que es un acierto [en este caso del editor, que es quien ha propiciado esta estética a su colección]. A mí, personalmente, me gusta mucho esa estética para presentar poemarios, pues da imagen de marca y engancha una unidad de colección. Son libros limpios y sugieren perfección... y también contienen en sus cubiertas un interrogante... si eso responde a una idea de poesía visual, pues sí, lo es.

¿Cómo se consigue sorprender al lector con la portada de un libro?


Fundamentalmente con sencillez, con presentaciones limpias y con conocimiento previo de la obra que contiene el libro al que le pones tu idea para una cubierta. Muchas veces pecamos de originalidad y lo estropeamos todo. Una cubierta debe impactar a la mirada en un primer golpe [no siempre por contraste]... y, después, debe hablar del contenido compilando... siempre debe sugerir antes de decir y dejar impronta en la retina de quien la mira. Y a veces es preciso no buscar 'sorpresa', sino una idea de continuidad de algo que ya es conocido y se dio por bueno, seguir una estética que funcionó e irla puliendo con pequeños detalles.

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