jueves, 28 de enero de 2010

Reseña sobre Nadie puede tocar la realidad


Tras largo silencio editorial como poeta, el profesor mejicano Luis Arturo Guichard (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1973) nos ofrece este fascinante poemario, Nadie puede tocar la realidad, que justifica los nueve años del intervalo desde Los silencios verdaderos. La lectura de sus páginas me ha proporcionado un placer que hacía tiempo no sentía, al descubrir una forma distinta de entender la poesía. Me explico. En los poemas de Guichard hay siempre un fondo como de incredulidad ante el mundo, una suerte de llamada desesperada para que esa puerta que creemos todos cerrada se entreabra, nos deje ser testigos de lo que hay al otro lado. Claro que Guichard tiene un rico arsenal de claves para conseguirlo; no en vano es estudioso de los clásicos griegos. Pero sólo la lectura de sus versos puede dar luz a estas afirmaciones mías. Pondré un ejemplo, pero no será más que una pálida muestra de lo que la lectura morosa, atenta de Nadie puede tocar la realidad puede conseguir: "Nuestra piedra// La nuestra no es ya una roca rotunda y heroica. / Nos ponemos de pie un día tras otro / y en nuestros zapatos hay una piedrecita / sencilla y directa que nos avisa / de la inutilidad de intentarlo, una piedra / sin ascendencia nì aspiraciones, hecha / de pequeñas evidencia cotidianas / pero que sabe perfectamente / que tu nombre es Nadie y que tu destino / es rodar cuesta abajo con ella." Este poemario quizás lo pueda conseguir en litteralibros@gmail.com; no pierda la oportunidad (conste que no llevo comisión).

(Juan Ruiz de Torres, España, 12.2009)

http://www.prometeodigital.org/RESE%C3%91AS_GUICHARD.htm

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