domingo, 6 de junio de 2010

De, Poema de la Serpiente







Aún tenemos alegres esperanzas

para el día vacilante que comienza.

Seguramente conoceremos

algo que valía la pena

y que ayer no podíamos sospechar.

Saldrá el sol

después de tanta lluvia

y no faltará la mirada

que nos queme el corazón

en una esquina imprevista.

Incluso en la negrura

más absoluta

brillan las luciérnagas.


Poema de la serpiente, Rafael Argullol







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